Cuando el audiovisual se convierte en arte

Todavía con el recuerdo de su paso por París, última sede del evento, llega a Madrid el Optica Festival, una muestra de arte visual internacional basado en la experimentación y organizado por la Asociación Cultural Colectivo Interferencias. Definido por sus amantes como videoarte e incomprendido por los más conservadores, el festival inaugurado ayer tendrá lugar durante los días 15, 16 y 17 de octubre en tres puntos clave de la cultura madrileña: La Casa Encendida, Casa de América y el Espacio Espora, con entrada gratuíta y aforo limitado.


Un contenedor amarillo acapara la atención del público en el escenario, suena Claudio Monteverdi y un hombre robusto con la cara repleta de langostinos rompe el silencio de la sala. El sujeto se encuentra dentro del contenedor, grita, se ensucia con salsa de tomate y maldice en inglés mientras que en la pantalla un rostro pálido cubierto de pinchos se ríe a carcajadas de su desgracia.

Podría tratarse de un pesadilla surrealista o de una alucinación pasajera causada por una sobredosis de fármacos pero es una muestra de arte experimental en su estado más abstracto, protagonizada por el artista griego griego Filippos Tsitsoppoulos, encargado de inaugurar el programa de hoy del Optica Festival.

A pesar de que la mayoría de los espectadores parecen estar disfrutando del "viaje", un hombre mayor abandona la sala a la mitad del espectáculo. "No entiendo el teatro que se hace ahora", comenta en voz alta, "me gustaría conocer al director", concluye.


Ya no importa lo que el autor quiera transmitir, el subconsciente de cada uno y su mirada más personal es ahora lo importante. Cada una de las obras inventa un nuevo espacio-tiempo, que, a su vez, es reinterpretado. Rozando la máxima abstracción en ocasiones y en otras la belleza más sutil, el sonido, el movimiento, la luz y el uso de las nuevas tecnologías del mundo audiovisual, transforman al espectador en autor de su propia obra. Eso sí, siempre que éste lo permita y se despoje del concepto tradicional de arte. Es necesario enviar a la papelera de reciclaje todo lo anterior, las comparaciones no están permitidas, se trata de experimentar con las imágenes, con los sonidos y con cada pequeño detalle que se dibuja en la pantalla. Como las gotas de agua dela finlandesa Jaana Partanen (en inglés) en la videocreación “A real princess", o el baile recreado entre sábanas blancas y espejos de "The other side", obra de la estadounidense Angela M.Gallo.

Pero entre tanta sutileza y minimalismo, el primer día del Optica Festival también acogió piezas más asequibles para los escépticos del videoarte, que rompieron el silencio del primer bloque con acordes pegadizos y un tema tan universal como el llanto, recreado por Juanma Carrillo en "To play at crying" (3'35'').

Minutos artísticos internacionales en La Casa Encendida


España, Venezuela, Alemania,Finlandia, Suecia, EE.UU e Italia fueron los protagonistas del segundo bloque de la tarde. Durante una hora y en breves espacios de tiempo que fueron desde los tres minutos de "Memoria", de María Castellanos, hasta los 12'53'' de Niland 1., de Marius Leneweit y Rocío Rodríguez, los espectadores se dejaron llevar por el subrealismo más estudiado de los autores. Un hombre llorando en silencio o la angustia de una mujer que está a punto de ahogarse provocaron que las emociones del público se transformaran minuto a minuto.

Tras el popurrí internacional, el colectivo británico Flat-e (en inglés) expuso varios de sus trabajos más significativos y presentó su obra más reciente, titulada "My secret heart".

Pero puede que la actuación que consiguió mantener los ojos y oídos de los espectadores más abiertos fuese la que puso el broche final al primer día del espectáculo: el joven inglés Zan Lyons, comparado con artistas de la talla de Björk, quien logró sorprender al público con un innovador directo audiovisual y un manejo impecable del violín en su vertiente más experimental.

Un festival que se mueve


Para aquellos que no hayan podido acudir a las proyecciones del primer día, el festival desarrollará su programación en la capital durante dos días más, concluyendo el sábado 18 y preparándose para hacer las maletas de nuevo rumbo a Gijón, ciudad que lo acogerá durante los días 29, 30 y 31 de octubre.

0 comentarios: